Como explicación de Relación de ayuda y considerando que es uno de los pilares básicos de la enfermería y en buena arte de la asignatura de comunicación, voy a permitirme agregar un artículo publicado por Sergio Hurtado Martínez del equipo de coordinación técnica del ISICS.
"La relación
de ayuda es una de las funciones principales de los cuidados de enfermería, en
todos los ámbitos y niveles. La relación de ayuda "es aquella relación en
la que uno de los participantes intenta hacer surgir de una o ambas partes, una
mejor apreciación y expresión de los recursos latentes del individuo y un uso
más funcional de éstos".
Nuestra función principal como enfermer@s va a consistir en trasladar al paciente alternativas y posibilidades. Si buscamos el cambio de conducta en otra persona, la ayuda debe orientarle a buscar el cambio por razones que sean importantes para ella, el cambio debe de venir de dentro y no de un agente externo a la propia persona.
V. Henderson identifica que la enfermera puede establecer tres tipos de relaciones con el enfermo, que dependerán de la valoración de las capacidades de éste, en las que la enfermera actuará como:
Nuestra función principal como enfermer@s va a consistir en trasladar al paciente alternativas y posibilidades. Si buscamos el cambio de conducta en otra persona, la ayuda debe orientarle a buscar el cambio por razones que sean importantes para ella, el cambio debe de venir de dentro y no de un agente externo a la propia persona.
V. Henderson identifica que la enfermera puede establecer tres tipos de relaciones con el enfermo, que dependerán de la valoración de las capacidades de éste, en las que la enfermera actuará como:
1. Un
sustituto: Cuando la dependencia del individuo es total; incapaz de establecer
sus necesidades en forma autónoma por no tener la fuerza, el valor o los conocimientos
necesarios para ello. En esta situación la rehabilitación es fundamental para
prevenir mayores complicaciones y fortalecer las capacidades remanentes.
2. De ayuda:
Cuando apoya sus actividades, fomentando su funcionalidad a fin de mantener o
motivar su independencia.
3.
Compañera: Al actuar como consejera o asesora para que conserve su salud,
dejándole en libertad de acción para tomar sus decisiones.
Peplau
en su modelo de enfermería psicodinámica, describe su teoría de las relaciones
interpersonales, en la que analiza la relación de enfermera/o-paciente; en las
que identifica y describe cuatro frases: orientación, identificación,
aprovechamiento y resolución.
Esta teoría permite que los profesionales de enfermería dejen de centrarse en la atención biofísica de la enfermedad, y acercarse a los sentimientos y los comportamientos frente a la enfermedad, ellos pueden ser explorados e incorporados a las intervenciones de enfermería. Conseguiremos, que surja una relación entre enfermera/o - paciente que permita afrontar los problemas que aparezcan de manera conjunta.
Un estudio posterior afirma que el propósito de la enfermería se alcanza mediante el establecimiento de una relación a través de interacciones de humano a humano, y consiste en ayudar al individuo, familia y comunidad a prevenir o actuar frente a la enfermedad. Este modelo se basa sobre los siguientes puntos, la Comunicación, la Interacción, la Empatía, la Simpatía y la Relación de persona a persona. A medida que el proceso de interacción progresa hacia la relación de afinidad, se obtiene el potencial necesario para una relación terapéutica.
En la práctica, el paciente que está en una posición en la que necesita ayuda, generalmente se encuentra en esta situación:
Esta teoría permite que los profesionales de enfermería dejen de centrarse en la atención biofísica de la enfermedad, y acercarse a los sentimientos y los comportamientos frente a la enfermedad, ellos pueden ser explorados e incorporados a las intervenciones de enfermería. Conseguiremos, que surja una relación entre enfermera/o - paciente que permita afrontar los problemas que aparezcan de manera conjunta.
Un estudio posterior afirma que el propósito de la enfermería se alcanza mediante el establecimiento de una relación a través de interacciones de humano a humano, y consiste en ayudar al individuo, familia y comunidad a prevenir o actuar frente a la enfermedad. Este modelo se basa sobre los siguientes puntos, la Comunicación, la Interacción, la Empatía, la Simpatía y la Relación de persona a persona. A medida que el proceso de interacción progresa hacia la relación de afinidad, se obtiene el potencial necesario para una relación terapéutica.
En la práctica, el paciente que está en una posición en la que necesita ayuda, generalmente se encuentra en esta situación:
1. Está
viviendo una situación que le supone una dificultad concreta, en la que nadie
mejor que él para conocer lo que está pasando en su estado de salud.
2. El
problema que está viviendo le está causando sufrimiento.
3. Este
sufrimiento es expresado a través de distintos sentimientos miedo, ansiedad,
inseguridad o culpabilidad.
El paciente
lo que espera a la hora de ser ayudado es:
1. Que la
enfermera/o comprenda sus sentimientos y que los acepte consiguiendo que la
relación de ayuda no sea moralizante.
2. Que la
enfermera/o se ponga en el lugar del paciente, es decir que tenga una actitud
empática.
3. Que
examine las dificultades y que busque el sentido del problema.
4. En último
lugar, espera que le den pistas para resolver dicha situación.
Un aspecto
importante a considerar es que estamos ante una persona que está viviendo una
situación de necesidad, de inseguridad, de temor, miedo, o ansiedad, que lo que
desea es ser comprendida, que nadie le diga que es lo que debe hacer para
resolver su problema, como si estuviera en posesión del conocimiento absoluto.
ESTILOS DE RELACIÓN DE AYUDA
Los diferentes estilos se configuran según las actitudes descritas a continuación:
ESTILOS DE RELACIÓN DE AYUDA
Los diferentes estilos se configuran según las actitudes descritas a continuación:
La disposición
del ayudante: la relación de ayuda puede estar:
Centrada en
el problema: la enfermera se preocupa solo por el problema del paciente sin
prestar atención a los aspectos subjetivos que puedan aparecer.
Centrada en
la persona: aquí se presta atención a la persona, cómo vive el problema,
preocupándose por sus sentimientos y centrándose en que el paciente necesita
ser comprendido.
El uso
del poder por parte de la enfermera:
Directiva:
ese induce a la persona a pensar de una manera determinada, dando poca
confianza a la capacidad propia de la persona de tomar sus decisiones. Se
realizan juicios, se persuade al paciente, se buscan propuestas inmediatas.
Facilitadora:
la actitud se basa en buscar los recursos de la propia persona, se orienta a
que los utilice de forma adecuada. Dentro de esta actitud tiene gran
importancia la escucha activa y la comprensión.
Cuando
combinamos todas estas actitudes obtenemos los distintos estilos de relación de
ayuda:
Autoritario:
en este estilo nos centramos en el problema y este se quiere resolver de forma
directa. No se buscan los recursos del propio paciente, sino que se utilizan
los nuestros propios.
Democrático
¿ Cooperativo: está centrado en el problema del paciente, y la actitud que se
adopta es facilitadora, en la que se implica a la persona para buscar la forma
de resolver el problema.
Paternalista:
está centrado en la persona, en como vive el problema, y la actitud es
directiva, se toma la responsabilidad de la situación del paciente,
sobreprotegiéndole.
Empático:
dirigido a la persona y con una actitud facilitadora. En la que se ayuda a la
persona que es lo cree que debe hacer en relación a lo que puede realizar.
Los cuatro
estilos podrían ser utilizados en la relación de ayuda, teniendo en cuenta los
aspectos de la situación concreta a la que nos enfrentemos.
LA ACTITUD EMPÁTICA
Para que una relación sea de ayuda, es necesario que se de comprensión. ésta no solo como concepto de entender el significado de la vivencia del paciente, sino como la capacidad de devolver esa compresión, al propio paciente para que se sienta realmente comprendido.
Carkuff describe la empatía como la capacidad de percibir correctamente lo que experimenta otra persona y comunicar esta percepción en un lenguaje acomodado a los sentimientos de ésta.
En definitiva es comprender y transmitir esa comprensión.
Significa ante todo participar en la experiencia del paciente como si fuera nuestra, y transmitirle que lo hemos comprendido.
Se han descrito diferentes fases de la empatía:
LA ACTITUD EMPÁTICA
Para que una relación sea de ayuda, es necesario que se de comprensión. ésta no solo como concepto de entender el significado de la vivencia del paciente, sino como la capacidad de devolver esa compresión, al propio paciente para que se sienta realmente comprendido.
Carkuff describe la empatía como la capacidad de percibir correctamente lo que experimenta otra persona y comunicar esta percepción en un lenguaje acomodado a los sentimientos de ésta.
En definitiva es comprender y transmitir esa comprensión.
Significa ante todo participar en la experiencia del paciente como si fuera nuestra, y transmitirle que lo hemos comprendido.
Se han descrito diferentes fases de la empatía:
1. Fase de
identificación: en la que nos identificamos con la otra persona y con su
situación.
2. Fase de
incorporación y repercusión: incorporación de los elementos de la experiencia
del paciente que son semejantes a los propios.
3. Fase de
separación: apartarse de la implicación sentimental, manteniendo una distancia
para evitar sentimientos de culpa. Sin esta fase existe una alta probabilidad
de sufrir el síndrome del "burn-out".
ACEPTACIÓN INCONDICIONAL
Es otra actitud fundamental de la relación de ayuda, significa aceptar sin condiciones a la persona que se pretende ayudar, sin juicios de valor.
Debemos respetar al paciente, retirando aquellos sentimientos actitudes o juicios nocivos para toda relación con el mismo.
Supone fiarse de los recursos que la persona dispone para afrontar su situación, y de la capacidad para tomar decisiones, aceptando las mismas. Siempre debemos tener en cuenta la situación concreta en que nos encontremos.
ESCUCHA ACTIVA
Para que tengamos una disposición empática deberemos ser capaces de escuchar activamente, para poder comprender la experiencia de quien vamos a ayudar.
Escuchar es el proceso psicológico que parte de la audición pero que contempla otras variables tales como la atención, la observación o el interés.
La escucha activa es definida en la Clasificación de Intervenciones de Enfermería (CIE) como "gran atención y determinación de la importancia de los mensajes verbales y no verbales del paciente".
La comunicación no verbal tiene una importancia relevante, ya que aporta datos que ayudan a comprender mejor la situación de la persona. Además nuestra conducta no verbal va a tener una importancia fundamental en la actitud empática, ya que con ella demostraremos la compresión de su situación.
Es otra actitud fundamental de la relación de ayuda, significa aceptar sin condiciones a la persona que se pretende ayudar, sin juicios de valor.
Debemos respetar al paciente, retirando aquellos sentimientos actitudes o juicios nocivos para toda relación con el mismo.
Supone fiarse de los recursos que la persona dispone para afrontar su situación, y de la capacidad para tomar decisiones, aceptando las mismas. Siempre debemos tener en cuenta la situación concreta en que nos encontremos.
ESCUCHA ACTIVA
Para que tengamos una disposición empática deberemos ser capaces de escuchar activamente, para poder comprender la experiencia de quien vamos a ayudar.
Escuchar es el proceso psicológico que parte de la audición pero que contempla otras variables tales como la atención, la observación o el interés.
La escucha activa es definida en la Clasificación de Intervenciones de Enfermería (CIE) como "gran atención y determinación de la importancia de los mensajes verbales y no verbales del paciente".
La comunicación no verbal tiene una importancia relevante, ya que aporta datos que ayudan a comprender mejor la situación de la persona. Además nuestra conducta no verbal va a tener una importancia fundamental en la actitud empática, ya que con ella demostraremos la compresión de su situación.
Obtenemos no solo los datos del problema sino que demostramos el interés en ayudarle.
Existen múltiples dificultades en la escucha activa, desde las meramente físicos (ruidos), hasta las emocionales (sentimientos propios) pasando por las del área cognitiva (prejuicios morales, etc).
ASERTIVIDAD
Junto a la escucha activa es una de las destrezas, necesarias para que la relación de ayuda sea eficaz. Es la expresión de los sentimientos, necesidades o ideas a la vez que se respetan los derechos de los demás.
Durante el ejercicio de nuestra profesión nos encontramos con situaciones en las que el paciente nos critique o reprenda a veces de una manera poco adecuada. Ante esta situación podemos reaccionar con un comportamiento pasivo en el que nos adaptamos a las exigencias del otro, o mediante un comportamiento agresivo donde nos imponemos nuestra postura y no respetamos las ideas del paciente.
Seguramente la reacción más adecuada ante dicha situación, sería de forma asertiva, es decir, expresando nuestras ideas abiertamente y manifestando comprensión y respeto a la posición de la otra persona. De esta manera reafirmamos nuestra postura y la del otro, reduciendo la agresividad o sumisión en la otra persona y aumentamos la confianza en nosotros mismos.
Otras habilidades que debemos considerar dentro de la relación de ayuda, son las de personalizar el dialogo con el paciente, debemos centrarnos en el propio paciente evitando generalizaciones. Así lograremos que el paciente no vea el problema como algo ajeno a si mismo, que se deba a circunstancias externas o ambientales, consiguiendo que analice su control sobre su problema y su capacidad para solucionarlo.
También realizaremos un ejercicio de confrontación con el que ayudaremos a descubrir los recursos que posee la persona para afrontar su enfermedad. Responde a la pregunta: ¿qué hacemos con el problema que ya hemos identificado?
CONCLUSIÓN
La relación de ayuda es una de las funciones de enfermería más importantes. En nuestra profesión tenemos una visión holística de la persona, no nos debemos centrar en el ámbito fisiológico, en solucionar problemas de índole física.
Debemos considerar al paciente como persona, en todas las dimensiones física, psicológica o social de la misma. De esta manera comprenderemos el impacto de la situación que está viviendo la persona y acompañarle en un sentido global.
Con la relación de ayuda conseguimos este propósito, establecer una relación con el paciente de persona a persona, que va a facilitar el afrontamiento de la situación que vive actualmente, mediante el uso de sus propios recursos, participando activamente en la recuperación y/o mantenimiento de su estado de salud."
Existen múltiples dificultades en la escucha activa, desde las meramente físicos (ruidos), hasta las emocionales (sentimientos propios) pasando por las del área cognitiva (prejuicios morales, etc).
ASERTIVIDAD
Junto a la escucha activa es una de las destrezas, necesarias para que la relación de ayuda sea eficaz. Es la expresión de los sentimientos, necesidades o ideas a la vez que se respetan los derechos de los demás.
Durante el ejercicio de nuestra profesión nos encontramos con situaciones en las que el paciente nos critique o reprenda a veces de una manera poco adecuada. Ante esta situación podemos reaccionar con un comportamiento pasivo en el que nos adaptamos a las exigencias del otro, o mediante un comportamiento agresivo donde nos imponemos nuestra postura y no respetamos las ideas del paciente.
Seguramente la reacción más adecuada ante dicha situación, sería de forma asertiva, es decir, expresando nuestras ideas abiertamente y manifestando comprensión y respeto a la posición de la otra persona. De esta manera reafirmamos nuestra postura y la del otro, reduciendo la agresividad o sumisión en la otra persona y aumentamos la confianza en nosotros mismos.
Otras habilidades que debemos considerar dentro de la relación de ayuda, son las de personalizar el dialogo con el paciente, debemos centrarnos en el propio paciente evitando generalizaciones. Así lograremos que el paciente no vea el problema como algo ajeno a si mismo, que se deba a circunstancias externas o ambientales, consiguiendo que analice su control sobre su problema y su capacidad para solucionarlo.
También realizaremos un ejercicio de confrontación con el que ayudaremos a descubrir los recursos que posee la persona para afrontar su enfermedad. Responde a la pregunta: ¿qué hacemos con el problema que ya hemos identificado?
CONCLUSIÓN
La relación de ayuda es una de las funciones de enfermería más importantes. En nuestra profesión tenemos una visión holística de la persona, no nos debemos centrar en el ámbito fisiológico, en solucionar problemas de índole física.
Debemos considerar al paciente como persona, en todas las dimensiones física, psicológica o social de la misma. De esta manera comprenderemos el impacto de la situación que está viviendo la persona y acompañarle en un sentido global.
Con la relación de ayuda conseguimos este propósito, establecer una relación con el paciente de persona a persona, que va a facilitar el afrontamiento de la situación que vive actualmente, mediante el uso de sus propios recursos, participando activamente en la recuperación y/o mantenimiento de su estado de salud."
MUy buen análisis Marisa! :-)
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