En el mundo de hoy, el día a día nos ocupa la mayor parte de nuestra energía y tiempo. Por regla general no tenemos tiempo a pararnos a pensar si comemos bien, cada vez es más complicado sacar tiempo para hacer algo de ejercicio físico con regularidad y nuestros hábitos alimenticios también deja mucho que desear. Una mención aparte son las múltiples posturas forzadas que soporta nuestro cuerpo y los excesos que sobre él hacemos.
Por este motivo el coaching ha pasado de las organizaciones económicas y empresas a la salud. Un Health coaching no es otra cosa que un especialista, que tras conocerte en profundidad, te planifica un plan de acción para lograr unos objetivos de salud que te has marcado.
El primer paso que debe realizar el Health Coaching es conocer a su cliente y hacer un completo historial del mismo y una evaluación de riesgo. Una vez conocido el paciente, se deben establecer los objetivos en función de las dolencias o estilo de vida que quiera llevarse. Estas pautas deben ser fijadas y cumplidas, siendo el coach una pieza básica en dicho cumplimiento.
Tal y como expliqué anteriormente, el coaching es la implantación de medidas para llegar a un objetivo. Si hablamos de salud, está claro que el Health Coaching va a ser ser la persona encargada de dirigir los pasos de su cliente para hacer su vida más saludable y sana.
Lo más importante dentro de este tipo de entrenador, es que se tratan de personal sanitario que debe guiar al cliente hacia una forma de vida más saludable y siempre siendo constantes en los cambios y llegando a modificar sus hábitos y obteniendo así una mejor salud.
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