jueves, 10 de noviembre de 2011

El Señor de las Moscas

En este libro se nos presenta la hipotética situación de un grupo de niños, que tras sufrir un percance aéreo, quedan atrapados en una isla desierta, desarrollando así los roles sociales.
Hay dos grupos claramente diferenciados: los “peques” de los que apenas se sabe su nombre y poco más, y los más mayores, diferenciados por su nombre -por supuesto-, y por su carácter y el papel que representan en el grupo.

Enseguida se organizan de manera jerárquica y democráticamente eligen un jefe y reparten los roles que consideran necesarios: Los cazadores, los que mantienen la hoguera, los que construyen refugios… etc. Se organizan reuniéndose en asambleas que convocan con el sonido de una caracola. Esta caracola cobra un protagonismo mágico: No sólo convoca las asambleas mediante su sonido al que todos responden al unísono, sino que además concede la palabra en estas asambleas al que la sostiene entre sus manos.

Poco a poco surgen los celos, las rencillas y la lucha por la jefatura del grupo. Al líder -Ralph-, aclamado casi por unanimidad como tal en la primera asamblea, le sale un opositor -Jack- con el que mantiene una lucha de poder a poder, de principio a fin de la novela. El líder -Ralph-, pretende representar la organización, la prudencia, la sensatez, mientras que el opositor-Jack-, jefe de los cazadores, representa la fuerza, la arrogancia, la valentía y la diversión.

Mientras la preocupación casi absoluta de Ralph es conseguir que los rescaten y en ello emplea todas sus fuerzas, Jack, poco a poco se va asalvajando, hasta convertirse en un verdadero bárbaro, cruel e irracional.

Según avanza la novela veo como, poco a poco, lo irracional vence a lo racional. Jack se separa del grupo y crea su propia tribu con los niños que van abandonando a Ralph para unirse a él.

Finalmente sólo quedan en el grupo inicial el propio Ralph y Piggy, un chico acomplejado por su físico y sus limitaciones, al que todos hacen burla y menosprecian, incluido el propio Ralph, pero que al quedarse solamente con él como compañero, empieza a valorar y a reconocer lo acertado de las ideas y consejos sensatos de Piggy.

La evolución de la situación es, a pesar de lo extremada, bastante creíble, pues está muy bien presentada y desarrollada por el autor. Llegas a creer que era imposible otra evolución, que estaban abocados a ella.


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